Por La Churro desde Chile
Fui a mi visita anual al ginecólogo, sólo por control. Dentro de las preguntas de rutina mi doctora me dice "¿Eztaz con parreja?" (así mismo, mi ginecóloga es rusa y me habla con su adorable acento). Obviamente mi respuesta fue negativa, pero como ella me conoce hace años, me levanta la ceja y me dice "¿y te eztaz acostando con alguien?". Me metió el dedo en la yaga... "tampoco" (imaginar mi puchero y cara de pena). Mira atenta mi historial "mmm entonces yia veo porrque vienez. Te voy a hacerr un recacuchaje y vaz a quedarr impecable parra el próximo". Y su frase que fue un chiste me sirvió de inspiración para que esta época de sequía penística tenga un propósito.
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Imagen de www.gettyimages.com |
De la abstinencia hay que sacar algo bueno, empezar con mentalidad positiva. Si por ahora no hay penes a la vista, que estos días sirvan para preparar la época de abundancia, que seguro vendrá.
Mi adorada doctorcita rusa me mandó a hacer todos los exámenes ginecológicos que la ciencia puedo inventar, "si total con tu plan de isaprre te salen grratiz, así que mejorr los hacemos todoz". Mañana mismo parto a hacerme todos las tomas de muestras, para dejar mi vaginita adorada impecable para recibir a todos los nuevos penes que quieran llegar.
Y como ya empezamos con el recauchaje interno, hay que acompañarlo con uno externo. Esta cosa de la falta de hombres me llevó a una adicción a los chocolates en búsqueda del escaso placer, lo que obviamente lleva a los rollitos extra que ninguna mujer quiere. Como necesito liberar oxitocina de algún modo que ya no son los orgasmos, no pienso dejar de comerlos, jajaja, así que a probar la última receta mágica que me recomendaron, el mango africano. Ya llevo dos semanas y parece que la cosa resulta.
Para las mujeres, los cambios de etapa siempre vienen marcados por cambios en el pelo. Sutilmente y de a poquito, vuelvo al color de cabello de mi mejor época camística, el rojo maraco. Ya vuelvo a sentirme la sexy pelirroja de siempre.
Con el año nuevo, también llegaron los deseos para lo que se viene. Mis primeros deseos fueron volver a vivir intensas y maravillosas historias de amor de película, y el segundo, seguir completando mi lista del placer, aquella lista donde pongo los nombres de todos los hombres con los que me he acostado (a veces la memoria falla y es bueno tenerla para no meter la pata).
También hice una renovación completa de mi ropa interior, y a abultar la colección de lencería sexy. No quiero que después de esta sequía algún hombre se espante con mis calzones de abuelita. Además emprendí un nuevo proyecto relacionado con esto: confeccionarme mi primer traje de latex. Ninguno de los que hay en el mercado satisface mi lujuria, así que a aprovechar mis habilidades manuales en algo más que masturbarme.
Y como último cambio, decidí empezar desde cero. Tengo en mi velador un cuaderno donde escribo todas mis historias de amor, placer y locura, ya sólo quedaban dos hojas en blanco. La tomé, abracé a mi libretita y así abracé a todos mis antiguos amores, les agradecí por darme tantas historias, besos y orgasmos, para luego guardarla y ser reemplazada por una libreta en blanco. Quedó oculta no muy lejos de mi cabecera, porque si bien el pasado quedó atrás, nunca hay que olvidar las lecciones aprendidas.
En mi nueva libreta de los amores, con este año nuevo y todas estas nuevas medidas, comenzaré a escribir mis nuevas historias, mis nuevos amantes, mis nuevas pasiones, mis nuevos penes, y todo lo bueno que se viene para mí, porque todo se acaba, lo bueno y lo malo se acaba, y las sequías también. ¡Abundancia-abundancia!
Nota: No se olviden de compartir mi post Churro's Next Top Penis. Ya llevo 84 días sin náni ná, así que me urge encontrar un caserito que satisfaga mis más perversas fantasías que se han ido acumulando.